La mala suerte[Privado Zack]

Aquél caluroso día de principios de septiembre, justo el día que empezaba las clases, se le olvidó su estuche en casa. Por más que buscó en la mochila, no lo encontraba, y el sol le pegaba fuerte en toda la nuca dándole calor y poniéndola más nerviosa; las clases comenzarían pronto.

Su rostro hacía minutos que se había tornado preocupado, pero no tuvo más remedio que resignarse. No habría ningún problema si se atrevía a pedirle a algún compañero de su clase que le dejase algún bolígrafo o algo para escribir... pero la vergüenza... maldita vergüenza, tendría que superarla, sí.

Cerró la cremallera de su mochila rosa con estampados de flores blancas y de la que colgaban graciosamente algunos muñequitos como un elefantito azul y una ovejita rosa. Vestía el uniforme escolar, que constaba de una camiseta blanca, ahora de manga corta, con un fino jersey sin mangas sobre ella y un lacito rojo en el cuello. La falda era corta y azul marino y cubriéndole los pies llevaba puestos unos calcetines blancos y los típicos zapatos marrones.

Con todo ello, se cargó a la espalda la mochila y volteó para mirar hacia el cielo, cubriendo un poco el sol con una de sus manos para que no le diese directamente en los ojos. Era un día estupendo, debía tener ánimos y dar lo mejor de sí misma, el incidente del estuche no sería nada.

Echó a caminar hacia la entrada del instituto, con paso decidido y luciendo ahora un rostro de lo más agradable; su coletita se movía graciosamente con cada paso que daba.

Era el primer día de clase, hacia un calor espantoso, y en su cuerpo se triplicaba ya que estaba acostumbrado al clima de Inglaterra que no era precisamente de lo más agradable.

Llegaba tarde-Joder,¡siempre igual!- avanzaba rapidamente el paso, no queria perder su trabajo, debía correr si queria llegar a tiempo, llevaba una carpeta de formato grande para portar sus dibujos que cruzaba su cintura desde el hombro de la que sobresalian varias reglas y utensilios de arte, se fijo un poco a su alrededor, todo el mundo le miraba bastantes extrañados-pero...¿que coño pasa?-penso extrañado, era peculiar en su forma de vestir pero no pensaba que se tratara de eso, llevaba una sencilla camiseta de tirantas blanca, un pantalón corto que le llegaba por la rodilla negro y unas gafas que le protegían del sol de las típicas que llevan los sheriffs gordos que comen rosquillas en las películas americanas.

Un chaval se le quedo mirando tras unos instantes-¿¡ Y tú que coño miras?!- le grito mientras lo dejaba atras, llevaba mucha prisa, del bolsillo se extrajo un cigarrillo que se disponia a fumar a tiempo record antes de entrar a clase, se lo encendio -joder no me va a dar tiempo- echo a correr- vaya manera de empezar el día- su carpeta se abrio lo sufciente para que se le escaparan varias caricaturas y diseños de sus proximos tatuajes-¡Joder!- concentrado y lo suficientemente cabreado corrio tras ellos, pero el viento se los llevaba y cuando ya casi los tenia entre las manos y se quiso dar cuenta arroyo con él a una pobre chica, callendo de cara en los bordillos de la escalera de la puerta del Instituto-¡Joder!... ¡ten más cuidado!- exclamo enfadado y lastimado mientras se levantaba sentandose en la escalera tocandose el labio, se lo había abierto contra la escalera, no le dio tiempoa poner las manos y esa fue la consecuencia.

Escuchó un extraño alboroto detrás de ella, y la curiosidad le llamó, pero para cuando se quiso dar la vuelta para ver de qué se trataba recibió un fuerte golpe en la espalda que la lanzó de lleno contra el suelo, pero por suerte tuvo el reflejo de apoyar las manos y salvar al menos su rostro de ser dañado por el pavimento de cemento; sus manos no corrieron la misma suerte, unos cuantos arañados y se dibujaron en ellas.

Tirada de medio lado como estaba, intentó asimilar lo sucedido. El golpe la había trastocado y sentía como que flotaba, como si todo le diese vueltas, sería el calor también - Ah... - Se miró las manos, se habían ensuciado un poco pero no era nada grave.

Miró ahora al frente, y se encontró con la figura de un muchacho que protestaba bastante acalorado; le sangraba el labio y estaba rodeado de un montón de folios con dibujos, ¿habá sido él quien armaba tanto jaleo y además chocó contra ella? ¿Ella era quien debía tener cuidado? Las pocas personas que iban llegando al colegio se les quedaron mirando, ninguna de ellas ofreció ningún tipo de ayuda; sorprendente.

Se puso en pie despacio, le temblaban ligeramente las piernas, seguramente del susto. Caminó al mismo ritmo que se levantó hacia el muchacho y empezó a recoger todos los folios del suelo, una vez reunidos, se le quedó mirando unos instantes y se los entregó esperando a que los cogiese - Lo siento mucho, no era mi intención - Se inclinó levemente a modo de disculpa y al incorporarse de nuevo su vista se dirigió de nuevo a su labio - ¿Ne-necesitas ayuda? Te sangra el labio... - Superada por el incidente, su rostro se tornó ahora preocupado y un poco... asustado.

En nigun momento se detuvo a reparar en la chica , siquiera la habia mirado, unicamente maldecia su suerte en voz alta alborotado mientras buscaba su cigarrillo medio consumido-¡Joder, me echaran del curro!- no podia andar muy lejos, lo vio y cuando lo fue a cojer, estrechando la mano, vio unos zapatos marrones delante de él, deslizo su mirada hacía arriba viendo la figura de una delicada chica, escucho como se disculpaba y como le ofrecia sus dibujos con mucha amabilidad, ceso de quejarse y cojio los dibujos asombrado, nunca nadie le habia ofrecido ayuda ni se había percatado de su presencia, se levanto-Esto...- decia nervioso mientas se sacudia un poco-¿Estás bien?¿Te he hecho daño?Lo...siento.- dijo timidamente avergonzado de su comportamiento, ella no tenía la culpa y aun asi no se lo reprocho- Gra...Gracias- balbuceo intentando sonreirle - que bonita es- la sangre de su labio goteaba, ya nisiquera la recordaba, saco de inmediato de su bolsillo un plumicortr que se llevo directamente a la boca, inspiro de el, y guardo aire durante unos instantes, jadeaba, le costaba respirar bastante despues de todo lo ocurrido-No, quiero decir no te preocuepes, estoy bien-guardo sus dibujos en la gran carpeta- soy imbecil- la volvio a mirar y abrio la boca para decirle algo, pero se corto y nervioso subio los primeos escalones de cemento tropezando -debe creer que soy un subnormal ¿Pue...puedo acompañarte hasta tu clase?- Ya esta,si la quiero cagar del todo ya lo he hecho-empezo a jugutear con sus manos de manera tonta esperando una respuesta de esos labios tan finos y delicados.

Se apartó unos centímetros del cigarro que estaba tirado en el suelo muy cerca de ella para que él lo pudiese coger, pero... ¿no sería más fácil encender uno nuevo? Había ciertos comportamientos de los hombres que temía nunca iba a comprender del todo - No te preocupes, estoy bien, solo fueron unos arañazos - Sonriendo tranquila, le entregó los dibujos para que los guardase en su carpeta y a continuación vio como sacaba de su bolsillo el típico aparatito para respirar que usaban las personas con asma; pareció relajado después de administrarse su dosis - Esto... ¿de verdad no necesita que le acompañe a la enfermería? - Seguía preocupada por su labio, pero de todas formas él parecía un chico fuerte, así que quizás por temor a una mala respuesta, no volvió a insitir - Perdón... ¿trabaja aquí? Usted dijo... que le echarían... - Temió meterse demasiado donde no le llamaban, estaba segura de que ya había metido la pata.

Apretó por un segundo sus ojos como maldiciendo su ligera lengüa, ligera, pero solo cuando quería y cuando no era oportuno la mayoría de las veces - Perdón - Escuchó su pregunta, ¿acompañarla a clase? Vio como jugueteaba nervioso con sus manos, él era muy mono sí, pero... no le conocía de nada - Es que... bueno... tengo mucha prisa - Se inclinó leve y rápidamente de nuevo - Discúlpe - Echó a correr no muy deprisa pero si ligera hacia el interior del colegio, y una vez dentro, no pudo evitar sentir emoción en su interior por lo sucedido, no por el golpe ni nada de eso, si no porque le pareció que él se había interesado un poco en ella, o quizás solo eran imaginaciones suyas, como fuese, ahora lucía una tímida sonrisa en su rostro; él día se tornaba color de rosa.

Era realmente bonita, pudo apreciar su hermosura inocente en su sonrisa despreocupada.
Tras haber inalado la medicación vio en su cara un gesto de preocupación-¿Enfermería?- penso en voz alta, y callo en la cuenta- ¡No,no!No te preocupes me encuentro bien- dijo negando con la cabeza.

Asintio-Bueno si, trabajo aqui...- No siguio hablando, vio como salio practicamente corriendo de alli- genial, debe pensar que soy un puto salido mental- miro el reloj[color=red]-¡Mierda la clase deberia haber empezado ya!-[/color] dijo mientras se adentraba al intituto.